El Espectador de ayer domingo habla de las modelos y actrices colombianas que están involucradas en las diligencias que adelantan las autoridades a propósito del extinto narcotraficante Wilber Varela alias ‘Jabón’. Se trata de Johanna Guzmán, Nataly Umaña, María Mónica Urbina, Carolina Gómez, Marilyn Patiño y Natalie Ackermann. A Marilyn Patiño un fiscal le preguntó por la procedencia de su automovil y sobre el dinero que recibió del concurso Chica Med. Nataly Umaña, como se informó aqui la semana anterior, compareció y negó cualquier vínculo afectivo con Varela (que yo sepa los vínculos afectivos con delincuentes no están estipulados como delito en ninguna parte -EF). Explicó además que el vehículo que recibió fue por su participación en el concurso Chica Med y que posteriormente rechazó un ofrecimiento de patrocinio por parte de ‘Jabón’.
En el caso de Carolina Gomez el CTI estaría indagando sobre un inmueble de la ex reina que anteriormente habría sido propiedad de Varela. Sobre Maria Mónica Urbina el diario habla de una ‘relación financiera’ aunque ella afirma que ni siquiera ha sido citada ni notificada y que no sabe quien es ‘Jabón’. Sobre los demás nombres El Espectador no ofrece detalles en cuanto a la naturaleza de las indagaciones de la Fiscalía General. (más…)

El nombre de Marilyn Patiño aparece en un documento del CTI de la Fiscalía General de la Nación en un grupo de modelos, actrices y personal de organismos de seguridad del Estado presuntamente vinculados con la organización del narcotraficante Wilber Varela. El documento es el resultado de los operativos de lo que se conoce como operación Ciclón y acusa a una Marilyn Patiño de tener nexos con Varela. En entrevista de La W con Marilyn ella, la actriz, dice ignorar la razón por la cual su nombre aparece en el documento y niega conocer a los capturados que, según el CTI, eran los testaferros y encargados de hacer los contactos con personalidades del espectáculo para entregarles inmuebles en lujosos barrios de diferentes ciudades y automóviles. Añade que ella solamente le tiene que rendir cuentas a Dios, que ella y su familia son cristianos (como si los cristianos no delinquieran), y que está dispuesta a colaborar con cualquier investigación; además afirma que tiene sus valores ‘bien arraigados’. 