Según informan en Noticias Uno, el polémico sacerdote Jesus Orjuela, mejor conocido en el mundo de la farandulilla como el “Padre Chucho”, con un equipo profesional de audio digno del espectáculo nocturno de cualquier discoteca, celebra su ya tradicional novena de aguinaldos al occidente de la Capital, pese a que la subdirección de Calidad del Aire, Auditiva y Visual de la Secretaria de Ambiente del Distrito de Bogotá ya estableció que los niveles de ruido de su Iglesia están por encima de lo permitido, pero el padre dice que sólo tiene que cumplir con “la ley de Dios”, precisa el noticiero.
Los vecinos se declaran temerosos de enfrentar al sacerdote pues, aseguran fuera de cámaras, es muy agresivo. Además, señalaron que en el pasado le habían solicitado hacer una construcción para mitigar el impacto del ruido, pero el cura se ha pasado el compromiso ‘por la faja’.
No es la primera vez que el Padre Chucho es el centro de denuncias de este tipo. En el pasado ya había sido acusado por sus ‘desproporcionadas’ ceremonias religiosas, que hasta incluían pólvora pese a estar prohibida en Bogotá.
Mientras el asunto se resuelve, los habitantes del barrio Castilla se siguen quejando no solo del ruido, sino de la invasión de las calles por parte de la alta afluencia de los vehículos de los feligreses,
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