Tras una temporada merecidamente en el fondo de la tabla de ratings, desde el primer capítulo, concluyó Idol Colombia, cuya descolorida final tuvo como invitados musicales a Carlos Baute, Pipe Peláez y Buxxi.
Podemos decirles que Luis Ángel Racini venció a Daniela Acevedo y obtuvo el contrato con Universal music y 300 millones de pesos. Irónicamente, dos de los concursantes más criticados llegaron a la final, una tras ser “rescatada” sin mayor fórmula de juicio por el jurado (y pasar casi toda la temporada vestida como por el peor enemigo) y el otro, pese a la oposición ni tan velada de Villalobos por ser un vallenatero “noooormaaaal”.
Su ilustre ganador muy seguramente engrosará la lista de “exitosos cantantes” con giras de conciertos internacionales, discos de oro, platino y diamante como ha pasado con Miranda, Francisco Villarreal, Jorge Adel “El indio Guajiro” o Camilo y Paolo, los que ganaron La Voz T2 y CTT1.
Ya sin sarcasmos, creo que, visto en retrospectiva, Alejandro Marín debe estar enormemente agradecido con su tocayo Villalobos por haberle corrido la butaca y no ser parte de ese enorme FRACASO, así, en mayúsculas. Esperemos que en la negociación, RCN no se haya enhuesado comprando los derechos para hacer dos temporadas, como en el malogrado “Colombia Tiene Talento”, pues repetir semejante error ya es masoquismo.
Creo que a NADIE le importó qué paso en esta mala versión del formato de Simón Fuller. Nadie extrañará los comentarios destemplados de Villalobos, el reguero de escarcha del presentador, las peleas libreteadas y predecibles de Manjarres con el director de La Mega o los berridos de más de un participante.
Ojalá que haber visto ayer a los 4 jurados y el presentador vestidos de negro riguroso sea el certificado de defunción de los formatos de talent show musicales, que nunca han sabido parir una carrera sólida o que valga la pena escuchar, salvó la honrosa excepción de Siam, y sé que esto lo he dicho antes. Creo que vi un nivel más profesional de voces y producción en la atracción de American Idol que hay en Hollywood Studios que en el Canal de Las Américas.
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