En lo que puede considerarse un significativo logro simbólico para la comunidad transgénero, los organizadores del concurso de belleza, Miss Universo, anunciaron hoy que abrirían la puerta a todos sus certámenes a las concursantes que se han sometido a un cambio de género.
La decisión ocurrió luego de que los organizadores permitieran la semana pasada la participación de Jenna Talackova, quien hace cuatro años se sometió a una operación de cambio de sexo, en el certamen de Miss Universo de Canadá. Anteriormente, el certamen universal solo permitía competir a “mujeres de nacimiento”.
“Queremos dar reconocimiento donde hay mérito”, dijo la presidenta de la Organización Miss Universo, Paula Shugart, en un comunicado firmado junto a la Alianza contra la Difamación de Gays y Lesbianas (GLAAD) de EE.UU., que negoció con esa organización durante dos semanas para que abriera el concurso a transexuales.
“La decisión de incluir a las mujeres transexuales en nuestros concursos de belleza es un resultado de nuestras discusiones con GLAAD y no de la representación legal de Jenna, que si acaso lo que hizo fue retrasar el proceso”, añadió la presidenta de la Organización Miss Universo.
La descalificación de Talackova, que ha declarado que sabía que era una mujer desde que tenía cuatro años de edad y que se sometió a una operación de cambio de sexo a los 19 años, había generado un gran revuelo en Canadá.
“Elogiamos a Jenna y a todos los defensores de la comunidad LGTB que habían pedido este cambio y alzado su voz en la defensa de las mujeres transexuales”, dijo por su parte el portavoz de GLAAD, Herndon Graddick, quien celebró la decisión de la Organización Miss Universo y del magnate Donald Trump, quien posee los derechos de la franquicia.
Graddick aseguró que “en un momento en el que todavía se niegan las mismas oportunidades de vivienda, empleo y sanidad a las transexuales, la decisión de hoy responde al aumento de los niveles de apoyo a las transgénero en todo el país”.
Ahora bien, ¿eso se podría extrapolar a Colombia, cuya Corporación Concurso Nacional de Belleza, encargada de elegir a la representante criolla a dicho certamen, todavía se escandaliza si la candidata se toma fotos en traje de baño o ropa interior?.
Yo creo que la respuesta es negativa. Aquí no hay la mentalidad para dar ese paso. Y, tal vez, ni quien se tome el esfuerzo. El “golazo” de la “señora Amazonas” en 1993 marcó un antes y un después en la forma como la CCNB revisa las hojas de vida de las aspirantes al cetro novembrino. Los gringos tienen de su lado una organización muy consolidada como GLAAD, En Colombia ¿quién le haría la contraparte a Raimundo Angulo y su gente?
¿Colombia diversa, tal vez? Y considerando que la inscripción al certamen nacional depende de los departamentos ¿Alguno admitiría una aspirante que hoy se llama, digamos Catalina, pero antes se llamaba Roberto, por ejemplo? Y si bien la población transgénero colombiana merece todo el respeto y reconocimiento de la igualdad de derechos, creo que una representante de esta comunidad la tendría difícil para que, ahora por reinado departamental, ahora por decreto, sea aceptada en Cartagena. Y por “aceptada” no solo me refiero a la CCNB (en eso fijo hasta una tutela habría de por medio), sino por la prensa, los patrocinadores, las otras concursantes y el mismo público cartagenero.
¿O creen que doña Grasienta no se comería viva a la eventual representante transgénero, mostrando sus fotos de su pasado como varón? ¿O que sus compañeras, mujeres biológicas, no le lleguen a “hacer el feo”? ¿O que en el Minicromos le den la misma difusión? ¿O que los encopetados señores de los clubes sociales cartageneros saquen a bailar a nuestra “Catalina”, antes “Roberto”?.
Lo dicho, mientras la organización Trump ve el filón mediático que puede surgir de esta situación, aquí, a lo mucho, Abelardito repetirá la experiencia que llevó a Diana Salgado a participar al reinado, con las obvias consecuencias para las opciones de llevarse el trono de la caderona vallecaucana.
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