La telenovela Primera dama llegó a las pantallas de Caracol, buscando romper la maldición de las telenovelas chilenas en Colombia (Las profesionales, Cómplices), que siempre han pasado con más pena que gloria, y por eso pasa por el habitual análisis de LaFiscalia.com. Veamos:
Lo bueno de Primera Dama
La escena de la posesión en la Plaza de Bolivar la sentí relativamente creible, no así a su protagonista Carina Cruz. Tambien se vio pulida y bien lograda la cocina en la playa, bastante mejor que la realidad de la locación original. Se nota que le invirtieron su buena platica. Me gustaron los papeles de Jacqueline Arenal como una madre abnegada y el de Carolina Trujillo, que hacía años no salía en TV, como la abuela alcahueta, o el de Kathy Saenz como la ex esposa, y el de Jairo Camargo como un homosexual tan cliché que promete. ¿Sandra Mazuera en el elenco? Eso sí que es un golpe bajo para RCN.
Lo malo de Primera Dama
La misma casa que en vida perteneció a Santiago Medina que ha sido vista en tantas y tantas telenovelas (como en La viuda de la mafia), en la escena del berrinche de Paloma y su asesor de vestuario (Jairo Camargo). El corte a la escena en la playa fue abrupto. Ver a Fernando Solórzano en el elenco, cuando todavía sale en otra producción del mismo canal con casi la misma caracteización física da la impresión de ser un crossover. El ritmo de la telenovela se siente algo apresurado, con tantas analepsis y prolepsis juntos. Siento floja todavía a la protagonista, el rol de demoiselle en détresse/trepadora aun debe cuajar con los días. La escena en que ella conoce en TV a su futuro esposo es simplemente muy mal lograda. Demasiada información tan poco espacio. Desdibujado y medio el papel de Javier Jattin. Cómo logra colarse Paloma en el coctel y conocer a Leonardo es de risa. La musicalización es horrible, y el cabezote, sacado de los culebrones venezolanos… de los años 80.
Lo feo de Primera Dama
Como cada vez entra un nuevo programa en la parrilla, se corren todos los horarios, con lo que los televidentes habituales de Yo me llamo tendrán que pasar por este peaje para ver su programa favorito. Respecto del culebrón en sí. El rol de Memo Rodriguez como el novio bobo que, de buenas a primeras, le da sus ahorros a Paloma para irse a Bogotá es inverosimil, no hubo una transición acertada entre una escena y otra. Repetitivo el papel de niña caprichosa e infumable de Natalia Jerez ¿Hasta cuando?. El argumento del CD de autoayuda funcionará en Chile, pero en Colombia da grima. ¿Alguien se creyó esa “colada” en el carro de Paloma en el carro de su primo? ¿O eso de sacar a un presidente malherido del hospital? Yo no. El primer chantaje de Paloma era tan predecible. Hasta un niño de primaria la pensaría mejor. En general, hubo muchísimas escenas flojas en este primer capítulo, producto tal vez, de la premura por sacarla al aire.
Pronóstico
Arriesga mucho Caracol lanzando un producto con tantos factores en contra en los albores de la temporada vacacional, y encima con una competencia herida en su orgullo estrenando tambien una producción. No le siento la fuerza suficiente para conquistar al público colombiano. Si no logra entrar en el top 3 en su noche de estreno, piérdanle la fe, esa platica se perdió.
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