Inicia… ¿”Los niños buscan su hogar”? y tras él, una muy delgada Toya Montoya hace el prólogo al capítulo de hoy, que arranca en Playa Alta con los cacerolazos de Oscar y sus cuentas previas a la fusión. Los azules desayunan, piensan sobre lo que representa el Desafío de Salvación (lo habitual) y los azules nos hablan de sus problemas de higiene corporal y sobre que “no hay mal que por bien no venga”. Y sobre “enredos de peluquería”. Ya en la cancha, nos espera otra prueba en el agua, con un conversatorio mas que prescindible, nos toca otra labor de “canotaje”, con jugadores encadenados y quien primer los libere y suba su bandera, gana la salvación.
Nativo arranca la navegación en primer lugar, pero pronto se vive el cabeza a cabeza entre los jugadores, a pesar de las protestas de los azules, y Jonathan libera a Natalia, y ante las voces de Emerson a favor de los suyos, empieza el desespero de Daniel, mientras los naranjas logran remolcarse hacia el rescate de Silvio, mientras Daniel acusa a los suyos de estar “haciendo tiempo”, mientras contempla con impotencia como los tres naranjas inician su retorno, pero el retorno de los azules se da a toda velocidad, pero de nada sirve, porque los costeños, aun diezmados, repiten la hazaña de 2009 hecha por los emigrantes en el último Desafío grupal, ondeando la bandera en primer lugar, mientras Daniel se muerde un codo de la ira, sobre todo , por las palabras de Natalia en apoyo a los costeños. Se nota que por fin funcionó la estrategia de marear al rival.
Enhorabena por los cuatro jugadores naranjas dieron el todo por el todo, y aun en Playa Baja, celebran su triunfo, aun mamándose gallo entre ellos. Y entre los azules, empieza el Nativo con sus palabras en su idioma (que no suelen ser de halago), la protesta alegando que no se jugó limpio ¿y el año pasado si? Hay que asumirlo: se rompió la racha, la estrategia no funcionó y un jugador azul se irá.
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