Con el prologo de siempre de Victor Mallarino, el mensaje llega a los verdes y vuelve el conflicto porque se pide puntería y él dice que la tiene (uy, si, la prueba de los frisbees da fé de ello…), pero los demás se pillan que su bronca es el beneficio individual que se ganó Leonardo. Igual, con los avances ya sabemos que lo dejan ir, mas por zafarse de él un tiempo que por otra cosa, y es que él y su ironía en sus comentarios no da para mas. Entre los naranjas, la decisión es unánime y mandan a John ( que SI ganó la prueba de los frisbees, Daniel, asúmelo), y se habla de que, de ganar, no sirve tener la ventaja , y que es mejor repartirse e dinero del premio.
Entre los azules, se enviará a William, y se le deja en libertad para que elija el dinero. Toya presentará la prueba, que impone , etapa a etapa, lanzar y superar los obstáculos hasta levantar la bandera respectiva. Y antes de la competencia…lo último del mundial con la misma perorata sobre el balance de la selección sudafricana en el torneo donde fungía como anfitrión. Lo que se dice, una noticia “fresquita”….
Tras la sempiterna pausa comercial, Daniel toma la delantera en el ascenso, avanza al muro, pero la punteria vuelve a ser su talón de Aquiles, tirando bolas a la loca, lo que le permite a William remontar la diferencia, gracias a su mejor tino. John logra sumárseles, pero el contrapeso de tres bolas encestadas le permite al capitan azul tomar la delantera, seguido ya del naranja, con cierta distancia, mientras que, tras muuuucho lanzar, la bandera verde sube, facultando a Daniel a seguir a la siguiente fase.
Los anillos resultan un poco mas complejos, pero William consigue cogerle el tiro, y logra avanzar al siguiente ciclo, seguido esta vez de Daniel, a quien poco reimporta su integridad física, solo por el desespero de ganar la prueba, como evidencia ese lanzamiento, a mi juicio, algo irregular. En el último tramo, el duelo azul-verde se define , para nuestra desgracia, a favor de Daniel ( y ahora quién se lo va a aguantar!). Con el tercer triunfo verde, Daniel puede elegir, y opta por el beneficio grupal, que a mi se me hace un arma de doble filo, sabiendo quien se lo ganó.
Como por variar, cuando los naranjas pierden esta prueba, la ven como poco relevante (y si, lo es, qué hacerle…). William llegó “muy contento” – y tampoco sirve de mucho si es o no es así- y reflexiona desde su perspectiva como piloto. Daniel llega y les echa un carretazo que poco se lo creen, y es que con sus ironías se tira todo, y de ahí la reacción fría de todos, porque ese propósito de “Borrón y cuenta nueva” ya no se lo creen ninguno de los otros cinco.
Deja un comentario