Empieza el capitulo y si, ya a estas alturas no sirven las propuestas indecentes de ultimo momento de Jonathan. La sentencia, como lo dijimos en el episodio de ayer, ya estaba mas cantada…así que el resto era puro preludio innecesario de ver a Ludwig “mearregloelpelocomomargesimpson” y a “super Didier” hablando carreta, antes de la primera pausa comercial. No es por nada, pero, pago por ver si cuando a los dos colados se les de por sacar las uñas, seguirán pensando el “dúo dinámico” en que son “de su equipo” y seguirán jugándosela como la han jugado hasta ahora.
Aquí el orden de sentenciados no altera el producto: solo quedará un costeño en competencia, como ya sabíamos, así que , sin mas protocolo, la salida es por allá, y con las vacías palabras de la maldita santandereana yo me limpio el trasero y sigo tan ancho…. a esa vieja deberían ponerle un bozal para que no diga tanta basura en TV, porque nunca está de acuerdo con nada de lo que se diga, que vieja tan ridícula, como si los televidentes fuéramos tan retrasados como ella- a ver, santandereanita de séptima, el regionalismo es OBVIO, si participas en “La lucha de las regiones, la revancha”, o es que no sabes leer el contrato, tonta?. Qué mala costumbre esta de preferir la cantaleta del “cuarteto miserias” antes que la prueba.
Y la luz al final del túnel la empezó a ver Jonathan que, cual sobreviviente de Armero , sale lleno de arena hasta los tuétanos, y toma la bandera, y empieza su retorno, aun con el dolor de que ello significa eliminar a Stephanie, quien escasamente había logrado sortear la Trampa de arena, y si, con todo el dolor del alma, la costeña pierde este juego, dejándole a Jonathan la bandera costeña, con un mensaje de VENGANZA. Si, lo que hay que hacer es vendetta costeña, para ir sacando a toda la tracalada de COLADOS, CAMPESINAS DE SEPTIMA, AYUDADOS AL BORDE DEL REGLAMENTO que persisten en la Playa Fusión. Pudo hacerlo Rolando Patarroyo (por si no lo recuerdan, el ganador de la primera Expedición Robinson) o Juan Pablo, el paisa del 2008…la historia se puede repetir.
Este es mi sentido homenaje de despedida a Stephanie Coymat, digna representante de la mujer costeña.

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