Tras el preámbulo de Víctor Mallarino, ad portas del Desafío individual que definirá el sexto cupo directo a Playa Fusión, los naranjas están resignados a su suerte y a luchar por su cupo, incluidas las acusaciones de “pactos privados”, que genera un incómodo episodio entre los hombres costeños sobre lo que ellos se dijeron entre si, con insultos de por medio que sacan todo el polvo que se había metido bajo la alfombra de los naranjas. Y los cuatro naranjas van a su prueba, conducida por Toya Montoya, con un libreto mas que predecible.
La prueba consiste en armar tres tableros con piezas que deberán encajar perfectamente,y en medio de la habitual llovizna panameña, comienza la prueba. Jonathan y Natalia toman la delantera. Luego, ella le aventaja, dado que Jonathan no encuentra la ficha adecuada al tamaño de su pieza. Y hasta a Silvio la suerte parece sonreirle, pues logra la segunda ficha antes que Jonathan. Pero en la etapa decisiva, es Silvio el que logra el brazalete, y desde ya arranca su juego político, prometiéndole a Jonathan no nominarlo y hacerlo avanzar, ya que anuncia que nominará a Emerson y sugerirá a Natalia.
Entre los azules, Daniel pide que “lo dejen actuar” (risas), y sigue sin convencer, a pesar de sus máscaras, y oh, sorpresa, ¿William ya hasta sale como defensor de oficio? ¿Daniel no cree que hay alianzas entre Natalia y Jonathan?. Pero ya a estas alturas del juego, las cartas están muy destapadas, a pesar de todo.
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