Turbulencias en el prime time de Caracol: Se acaba la nunca bien ponderada por mí Reina del sur y es el turno de que a Infiltrados le hagamos su habitual análisis. A continuación lo bueno, lo malo y lo feo de la nueva serie policiaca colombiana protagonizada por Marcela Mar y Julián Arango:
Lo bueno de Infiltrados
La fotografía de la telenovela es llamativa, con (obvio) predominio de los tonos verdes. El vestuario es el adecuado. La pelea de pareja entre el personaje de Marcela Mar y su esposo se noto creible, lo mismo que ver el pasado “oscuro” del personaje de Arango y su estrategia. Fue interesante evidenciar una tension sexual entre los personajes de Mar y Arango. En líneas generales, me gustaron los papeles de los dos protagonistas. Se supo manejar con respeto muchos aspectos de la vida en la Policía. Me gustaron los restantes papeles del equipo de trabajo del G.I.C., se pueden desenvolver poco a poco. Los avances prometen.
Lo malo de Infiltrados
Ramiro Meneses me pareció algo flojo, en un papel de mando medio regañón e inconforme. El manejo del flashback y de la misma velocidad de la trama hace que sea inevitable pensar que estamos ante una versión tercermundista de CSI. Fue algo “rápido” el operativo de captura de los tres asesinos. Se pudo explotar más.
Lo feo de Infiltrados
La escena del atraco inicial, que da origen al primer conflicto me pareció forzada y fuera de lugar. El horario es funesto.
Pronóstico: Puede darle fácilmente la pelea a lo que, en su “brillante” criterio, se le de a los de RCN por programar en este horario. Igual, si sobreviven despiertos a esas horas…
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