Con el retorno de Natalia a Playa Baja se completa el grupo de 8 jugadores listos para irse rumbo a Playa Fusión. Palabras muy calmadas de Natalia, quien avanza en la competencia. Y unos baúles traen las nuevas a las playas: Daniel trae el de los azules y Jonathan el de los naranjas, que a partir de hoy serán de uniforme amarillo. Palabras de casi todos por el inicio de esta crucial etapa, dentro de lo habitual: dedicatorias a los concursantes que han salido, palabras sobre qué representa cada equipo, sobre los concejales de Turbaco, las estrategias del perverso Daniel, despedida de Playa alta, quema de Playa Baja…el bla bla bla habitual.
Víctor Mallarino , en una escena nocturna, se encarga de recibir a los jugadores en Playa Fusión, bellamente aderezada, y amenizada por… ¿mas discursos de Silvio?, ¿mas indirectazos de Daniel?…Next! Pero mas tardan en llegar que en empezar los secreteos disfrazados de abrazos. Hora de comer el buffet y de paso, comer prójimo. Mallarino entra con el cofre donde reposa el Brazalete dorado. Les anuncia que se viene algo muy fuerte y que se acabaron los equipos (si, claro, como no, lo mismo pensábamos el año pasado…)…y la próxima vez que escuche un “haiga” en el Desafío, voy a pedirle a Caracol que metan al profesor Cleóbulo en reemplazo de Mallarino. Turno de amenizar la noche al ritmo de Gusi y Beto., lo que le brinda a Daniel otro turno de sobreactuar. Y tras la salida del grupo musical, el calor de los tragos permite sacar a colación las alianzas para empezar a sacar gente. A ver cuanto duran. Y el tema de conversación y parodia es Daniel…a ver si mañana tenemos algo mas interesante que solo palabras.

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