La lluvia cae y Toya anuncia lo que nos espera, mientras nos vemos con el tema del malestar ocular de Silvio y la designación de Jonathan como emisario naranja, y la tónica es irrespetar la sugerencia y bajarles una ficha fuerte. Mientras tanto, Nativo sigue entrenando, preocupándose si puede ser sentenciado.
Daniel nos brinda su primera payasada del capítulo, insistiendo en decisiones de equipo cundo todos sabemos por donde le entra el agua al coco…y Oscar le deja claras las cuentas a Daniel, para que mueva su ficha sin tanta parsimonia. Poco antes de acudir a la prueba Jonathan recuerda a su paisa querida.
Ya en la cancha, mas palabrería barata de Daniel (está compitiendo el cupo con Silvio), que son hábilmente neutralizados por unos comentarios de Oscar y William muy certeros. Las de Jonathan son mas palabras de “los voy a mandar a todos a tomar por c….”.
El primer sentenciado, tras una palabrería absurda de los tigres por parte de Daniel es Leonardo, muy probablemente como represalia, y él le devuelve la bofetada con su comentario. Jonathan recibe mas palabrería acerca del “control de calidad” que dice mucho y no dice nada, y el isleño, sin tanta vaselina, nomina a Oscar, lo que genera una sonrisa de satisfacción de Daniel, y quien recibe otra dosis de puyas como “payaso del Desafío”, pero William lleva su dosis de parte del cachaco, lo cual será la comidilla entre los naranjas. Oscar les advierte que “duermen con el enemigo” y Mallarino considera que estamos frente a una final anticipada.
Tras la pausa comercial, los naranjas está sorprendidos por las reacciones de esta prueba, pues demuestran un verdadero plan kamikaze, y apoyan la decisión de haber nominado a Oscar, mientras Daniel les lleva flores amarillas y critica la “malicia indígena” de Eider, quien desde ya le anuncia que se las verá con él en la Fusión.
Una nueva y complicada estructura, llena de etapas con, como no, alambre de puas, en pos de armar un rompecabezas, define el futuro de quien avanzará a la fase individual de la competencia. Leonardo toma la delantera, mientras Oscar parece ya no tener la puntería que tuvo otrora con el garfio y el tunel de tablas lo enreda aun mas, lo cual retrasa enormemente su avance, mientras Leonardo ya va por su último baul.
El trayecto va dejando heridas en todos, y es el paisa quien empieza a armar sus fichas primero, y armarla en la arena mientras el docente cachaco llegaba a la prueba fue la clave para que el paisa lleve notoria ventaja y finalmente relegue a Oscar a ser el último del malogrado equipo cachaco en abandonar la competencia. Oscar le da una manilla de recuerdo, le felicita y siguen mas palabras de recriminación contra Daniel.
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