Al conocido humorista Pedro González “Don Jediondo” ahora le importa más agradar a Dios que a la gente. “Don Jediondo” relata que en un sueño, se le apareció un viejito de barba, con ropa blanca le dijo: “”La respuesta a todos tus problemas está en el Evangelio”.
Para Pedro González, no todo se resume en tener fama, prosperidad y comodidades materiales, también hay problemas como: estrés, depresión, obsesión por el trabajo, todo esto lo resume en un espíritu vacío. Esta combinación de problemas llevó al humorista a someterse a tratamiento psiquiátrico durante más de un año.
“Son demonios que se le tratan de meter a uno. No lo digo solo desde el punto de vista religioso: de verdad que se le meten a uno energías y cosas malas”, cuenta “Don Jediondo” con un tono tranquilo y serio.
El humorista de 48 años de edad, cuenta como fue el día en la que su vida empezó un cambio y transformación: “En la prédica, el pastor dijo que Dios le habla a uno a través de los sueños. Ahí comprendí que todas esas palabras tan lindas estaban dirigidas a mí “Lloré hasta la saciedad. Sentí una limpieza por dentro, una paz que no se puede describir. Y mi hijo me dijo: ‘Hay fiesta en el cielo porque acabas de ingresar al reino de Dios’ “.
Después de un tiempo, relata Pedro González, la tranquilidad que parecía haber perdido, fue volviendo acompañado de oración y menos trabajo.
Esto ha llevado a una reinvención del personaje que lo ha hecho famoso, sus chistes ahora son blancos, con creatividad y humos pero sin un lenguaje sin freno. El cambio de faceta del humorista colombiano ha reducido su repertorio ha chistes inocentes, que no ofendan la palabra de Dios ni usen palabras soeces “Si Dios me dice que hay que cambiar el nombre de Don Jediondo, o modificarlo por otro personaje, con mucho gusto lo voy a hacer. Será la voluntad de Él”.
Incluso, está dispuesto a desaparecer de la vida pública y dedicarse al camino del señor como lo ha hecho ya el humorista José Ordoñez, al lado de su familia y personajes como Charlie Zaa y Moisés Angulo.
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